Las alcachofas, con su forma de capullo protector, guardan en su interior un corazón tierno y lleno de bondades para el cuerpo y el alma. En esta receta, se unen al ajo, con su poder purificador, y a la cebolla, con su dulzura reconfortante, para crear un plato que es pura magia mediterránea. Cocinado con un toque de azafrán en hebras, este manjar no solo deleita el paladar, sino que también apoya la salud de tu hígado y te envuelve en un abrazo cálido de sabores tradicionales que evocan la simplicidad de la tierra.
Ingredientes:
- 2 cebollas
- 500 g alcachofas
- 6 dientes ajos
- sal
- Aceite de oliva virgen extra
- Azafrán en hebras
Elaboración:
- Pelamos y aplastamos los ajos, para que se libere la aliicina, para esto necesita unos 15 minutos. Luego los cortamos.
- Cortamos las cebollas en pequeñas medias lunas.
- Pelamos las alcachofas y las laminamos. También pelamos los rabos de la alcachofa y los cortamos. Si no vamos a echar las alcachofas en ese momento a la sartén, entonces las metemos en un cuenco de agua con limón, para evitar que se ennegrezcan.
- Sofreímos ligeramente los ajos, añadimos la cebolla, añadimos un poco de sal y tapamos. Cocinamos a fuego medio unos minutos.
- Añadimos las alcachofas (escurridas del agua con limón), el azafrán (si se desea) y un poquito de agua (como un par de dedos de un vaso). Tapar y cocinar unos 20-25 minutos, a fuego medio-bajo, moviendo de vez en cuando. ¡No sobrecocinar!
Al destapar la sartén, el aroma del ajo dorado y las hebras de azafrán te transporta a un rincón soleado del Mediterráneo, donde cada bocado de alcachofa se siente como un regalo de la naturaleza. Este plato es un canto a la paciencia, a permitir que los sabores se entrelacen lentamente hasta alcanzar la perfección. Es una invitación a sentarte, saborear y recordar que los ingredientes más humildes a menudo esconden los mayores tesoros para nuestra salud y espíritu.
¿Te gustaría explorar más recetas que celebran los dones de la tierra? Acompáñanos en este viaje culinario donde cada plato es un paso hacia una vida más consciente y nutritiva. ¡Te esperamos para compartir juntos la magia de la cocina!
Muchas gracias,
Bendiciones,
Deseo que te guste. Y recuerda:
El verdadero cambio empieza desde el interior.

