El Abrazo Dorado de las Lentejas Rojas

Entre los tesoros culinarios que nos legaron las antiguas rutas de las especias, esta sopa turca de lentejas rojas brilla con luz propia. Cada cucharada es un viaje a través del tiempo, donde la humilde lenteja se transforma en oro líquido gracias a la danza de la cúrcuma y el abrazo cálido del ghee. No es solo una sopa – es un ritual de nutrición que conecta con la sabiduría de las cocinas ancestrales, donde cada ingrediente fue elegido no solo por su sabor, sino por su capacidad de nutrir cuerpo y espíritu. Cuando la asafoetida se encuentra con la menta seca en el ghee burbujeante, algo mágico sucede en tu cocina.

  • 200 gr lentejas rojas
  • 3 zanahorias
  • 1 cebolla picada
  • ½ cucharadita de cúrcuma en polvo
  • 1 cucharada de menta seca
  • 1 pizca de pimienta negra
  • 1 litro caldo de verduras mas 1 cucharada de caldo de huesos
  • 4 cucharada aceite de oliva
  • 2 cucharadita escamas de chili o pull biber
  • 1 cucharadita comino molido
  • ¼ de cucharadita de sal
  • 3 granos de asafoetida
  • 1 cucharada de mantequilla de ghee
  • ½ limón, si prefiere
  1. Toma una olla mediana pon el caldo de verduras, mas una cucharada de caldo de huesos y lo pondrás a calentar.
  2. Cuando veas que se calienta sin que rompa a hervir, le echarás las lentejas, la cebolla, la cúrcuma y la pizca de pimienta negra a fuego bajo durante unos 20 minutos hasta que veas que las lentejas se deshacen.
  3. Una vez llegado al punto que la lenteja se deshace apagas el fuego le pones la sal al gusto y con una turmix lo trituras todo muy bien hasta que quede como una crema homogénea.
  4. Ahora en una sartén aparte le pondrás la cucharada de ghee a la cual le añadirás la menta seca y la pizca de asafoetida. Esto lo saltearas durante unos 30 segundos, sin que se queme.
  5. Ahora sirve el puré y le pones por encima el ghee preparado de la sartén un poco de pimentón rojo espolvoreado y un chorrito de limón (Al gusto).

Al servir esta sopa, observa cómo el ghee aromático dibuja círculos dorados sobre la superficie aterciopelada, como pequeños soles que danzan en un océano de nutrición. El toque final del limón despierta todos los sabores, mientras la asafoetida y la menta susurran secretos de digestión perfecta. Esta es la manera en que nuestros ancestros entendían la medicina: como un festín para los sentidos que nutre cada célula de nuestro ser.

¿Te llama el susurro de las especias ancestrales? Acompáñanos en este viaje de descubrimiento donde cada receta es un portal hacia la sabiduría nutritiva de las antiguas tradiciones. Juntos, exploraremos cómo la cocina consciente puede transformar ingredientes simples en medicina para el alma.

Muchas gracias,

Bendiciones,

Deseo que te guste. Y recuerda:

Deja un comentario